Sea o no amante del arte y/o la fotografía, lo más probable es que en casa tenga réplicas de sus cuadros o instantáneas favoritas e, incluso, puede que cuente con los originales.
Mucha gente cree que lo importante para que estos cuadros y fotografías luzcan deben formar parte de una buena composición o estar rodeados de una buena decoración, dándole especial importancia a factores como los muebles, los objetos decorativos y los colores. Sin embargo, hay un elemento aún más importante: la iluminación.
Filtros
Para que sus obras favoritas puedan observarse mejor, y no se pierdan los colores o matices, es importante seguir una serie de recomendaciones, teniendo en cuenta que la luz produce un desgaste sobre el lienzo, por lo que los colores se van deteriorando con el paso del tiempo. Por eso, es esencial colocar un filtro en la propia fuente de luz o un cristal especial o protección sobre el cuadro.
Tipo de lámpara
El siguiente paso es escoger el tipo de lámparas que vaya a usar para iluminar sus obras. Así, lo más recomendado es escoger lámparas halógenas y, sobre todo, lámparas LED.
Ubicación
Por supuesto, el paso más importante a la hora de iluminar los cuadros es el de colocar luz, consiguiendo que no se produzca ningún tipo de sombra y minimizando al máximo las que proyecta el lienzo sobre la pared. Por supuesto, hay que evitar los reflejos de cualquier tipo que no nos dejarán apreciar completamente el cuadro. Para ello debe ir jugando con la inclinación de la luz y el ancho del haz que proyecta la lámpara.
Además, hay que tener en cuenta que las personas se van a colocar delante de la pintura o la fotografía para observarla, por lo que también es importante que no se proyecten sombras que dificulten la visión del cuadro.
Vía: Decorablog
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