

Por ejemplo, un elemento dónde podemos ganar espacio es cuando elegimos el tamaño del inodoro. Podemos optar por inodoros sin cisternas estándar. Hay soluciones más pequeñas a las habituales de medias cisternas, más estrechas para espacios con menor superficie. También podemos elegir un inodoro sin cisterna para nuestro aseo. En este caso, se puede elegir entre inodoros por descarga o con cisterna superior. La segunda opción está bastante pasada de moda, pero si nuestro cuarto de aseo tiene un estilo vintage o antiguo, puede ser una alternativa adecuada. Los inodoros por descarga requieren de mayor presión de agua, pero son los que nos proporcionan mayor ahorro de espacio.
A la hora de diseñar el baño tendremos que ver si disponemos del espacio mínimo que requiere la normativa española para utilizar y construir un baño útil y bien dimensionado. En este caso al estar debajo de una escalera como mucho podremos disponer de un metro de ancho para el cuarto de aseo, aunque en la mayoría de los casos, este espacio se puede reducir hasta 70 cm por la construcción de los tabiques y el alicatado del cuarto de aseo. Esta distancia es la mínima que marca la normativa para instalar un inodoro, una anchura menor provocaría que ese cuarto de aseo no se pudiese utilizar. En cuanto a la dimensión necesaria para poder instalar un baño completo, tendríamos que disponer como mínimo de 1,5o m, aunque existen soluciones más compactas si el lavabo es mínimo o esta incorporado al inodoro. Si no podemos ubicar la puerta con apertura hacia el interior del aseo, tendremos que optar por una corredera o con apertura hacia el exterior, para lo que tendremos que estudiar si contamos con el espacio necesario.
Vía: Presupueston
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