La cadena de hoteles alemana 25 Hours inauguró en 2011 su segundo hotel en Hamburgo con el objetivo de convertirse en la “sala de estar” del HafenCity, el nuevo distrito de la ciudad situado en la antigua zona del puerto.
Este megaproyecto urbanístico, que lleva gestándose desde hace veinte años, no sólo ha transformado los muelles en una zona de viviendas, oficinas y locales de ocio, sino que además ha transformado la fisonomía de la ciudad y ha convertido la Ciudad Puerto (traducción de HafenCity) en uno de los barrios más modernos y animados del momento.
Stephen Williams Associates, ha sido el estudio encargado de coordinar el diseño del 25 Hours HafenCity, que al igual que el resto de hoteles de la cadena, apuesta por una estética desenfada, en este caso con reminiscencias marítimas.
El concepto surgió a partir de establecer una conexión entre los antiguos marineros del HafenCity (“nómadas marítimos”) y los viajeros que se alojan en hoteles (“nómadas urbanos”) pues a ambos, según el estudio, les une el hecho de estar continuamente en movimiento.
De ahí que hayan querido crear un lugar donde se den cita “nuevas y viejas historias”, un lugar donde “explorar” y, “como en todos los viajes, descubrir algo nuevo”.
Además, tratándose de una posada en tierra firme, era necesario crear “espacios democráticos donde todo el mundo se sienta confortable y actúe tal y como es”, dicen. Como si uno estuviera en su propia casa.
Contenedores, señalizaciones portuarias y otros guiños al mundo marítimo forman parte de la estética del 25 Hours HafenCity. Un diseño en el que se alternan ambientes industriales con otros más cálidos.
Conseguir este look ha sido un largo proceso en el que han intervenido escenógrafos, ilustradores e incluso agencias de eventos bajo la batuta de Stephen Williams.
Uno de los primeros eslabones fue Markus Stoll, un storyteller publicitario. Entrevistó a un buen número de marineros y utilizó sus historias en cuentos semirreales que más tarde dieron lugar a uno de los temas centrales del diseño del hotel.
Estos cuentos fueron ilustrados por Jindrich Novotny y pueden verse tanto en las paredes como en los libros de visitas.
Las referencias al mundo marítimo están presentes prácticamente en todo el edificio. Las habitaciones intentan recrear (modernos) camarotes tanto en las formas como los materiales: la madera como gran protagonista, escaleras hechas de cuerdas y baúles de viaje que ahora se han reconvertido en originales escritorios.
La parte más industrial se ve en una de la salas de conferencia situada en el interior de un gran contenedor y en el restaurante del hotel, el Heimat Küche + Bar. Colores grises, mobiliario oscuro y lámparas de acero confieren el aspecto de almacén que buscaba el equipo.
Más reminiscencias marítimas: La Sala de Radio. Así se llama el espacio destinado al Business Center del hotel. ¿Que el cliente necesita intimidad para una llamada telefónica? No pasa nada. Dispone de tres cabinas de madera equipadas con Skype.
Cajas de madera, alfombras orientales, tapicerías de piel, cojines de colores y objetos vintage forman parte del ecléctico mobiliario que Connie Kotte ha dispuesto de manera desordenada a semejanza del aspecto de los muelles de carga y descarga, permitiendo que todos los muebles puedan moverse en cualquier momento.
Otro espacio a destacar es La Sala de los Vinilos, una zona para disfrutar de la conversación y la buena música, que, por supuesto se escucha en tocadiscos.
En el ático se encuentra el gimnasio (la Hafen Sauna), con vistas al puerto industrial y en el que también se ha utilizado un contenedor como decoración. La silla-tabla para los abdominales ha sido diseñada por Stephen Williams.
Para más información visiten: Stephen Williams Associates
Vía: diarioDESIGN
Este megaproyecto urbanístico, que lleva gestándose desde hace veinte años, no sólo ha transformado los muelles en una zona de viviendas, oficinas y locales de ocio, sino que además ha transformado la fisonomía de la ciudad y ha convertido la Ciudad Puerto (traducción de HafenCity) en uno de los barrios más modernos y animados del momento.
Stephen Williams Associates, ha sido el estudio encargado de coordinar el diseño del 25 Hours HafenCity, que al igual que el resto de hoteles de la cadena, apuesta por una estética desenfada, en este caso con reminiscencias marítimas.
El concepto surgió a partir de establecer una conexión entre los antiguos marineros del HafenCity (“nómadas marítimos”) y los viajeros que se alojan en hoteles (“nómadas urbanos”) pues a ambos, según el estudio, les une el hecho de estar continuamente en movimiento.
De ahí que hayan querido crear un lugar donde se den cita “nuevas y viejas historias”, un lugar donde “explorar” y, “como en todos los viajes, descubrir algo nuevo”.
Además, tratándose de una posada en tierra firme, era necesario crear “espacios democráticos donde todo el mundo se sienta confortable y actúe tal y como es”, dicen. Como si uno estuviera en su propia casa.
Contenedores, señalizaciones portuarias y otros guiños al mundo marítimo forman parte de la estética del 25 Hours HafenCity. Un diseño en el que se alternan ambientes industriales con otros más cálidos.
Conseguir este look ha sido un largo proceso en el que han intervenido escenógrafos, ilustradores e incluso agencias de eventos bajo la batuta de Stephen Williams.
Uno de los primeros eslabones fue Markus Stoll, un storyteller publicitario. Entrevistó a un buen número de marineros y utilizó sus historias en cuentos semirreales que más tarde dieron lugar a uno de los temas centrales del diseño del hotel.
Estos cuentos fueron ilustrados por Jindrich Novotny y pueden verse tanto en las paredes como en los libros de visitas.
Las referencias al mundo marítimo están presentes prácticamente en todo el edificio. Las habitaciones intentan recrear (modernos) camarotes tanto en las formas como los materiales: la madera como gran protagonista, escaleras hechas de cuerdas y baúles de viaje que ahora se han reconvertido en originales escritorios.
La parte más industrial se ve en una de la salas de conferencia situada en el interior de un gran contenedor y en el restaurante del hotel, el Heimat Küche + Bar. Colores grises, mobiliario oscuro y lámparas de acero confieren el aspecto de almacén que buscaba el equipo.
Más reminiscencias marítimas: La Sala de Radio. Así se llama el espacio destinado al Business Center del hotel. ¿Que el cliente necesita intimidad para una llamada telefónica? No pasa nada. Dispone de tres cabinas de madera equipadas con Skype.
Cajas de madera, alfombras orientales, tapicerías de piel, cojines de colores y objetos vintage forman parte del ecléctico mobiliario que Connie Kotte ha dispuesto de manera desordenada a semejanza del aspecto de los muelles de carga y descarga, permitiendo que todos los muebles puedan moverse en cualquier momento.
Otro espacio a destacar es La Sala de los Vinilos, una zona para disfrutar de la conversación y la buena música, que, por supuesto se escucha en tocadiscos.
En el ático se encuentra el gimnasio (la Hafen Sauna), con vistas al puerto industrial y en el que también se ha utilizado un contenedor como decoración. La silla-tabla para los abdominales ha sido diseñada por Stephen Williams.
Para más información visiten: Stephen Williams Associates
Vía: diarioDESIGN
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