jueves, 15 de febrero de 2018

Manolo y Venancio por Miguel de la Torre

El proyecto para este restaurante de cocina española se desarrolló en dos habitaciones de la Casa Quimera, una casona tradicional de la colonia Roma con vista a otro icono arquitectónico: la Plaza Luis Cabrera. El reto fue trabajar en una casa catalogada con un uso de suelo ya establecido. Lo anterior se resolvió dando seguimiento paso a paso de todos los procedimientos necesarios y en paralelo se desarrolló un proyecto para el restaurante que destaca la calidad del inmueble y lo lleva con toda la dignidad a otro periodo de vida útil. Esta obra surge de la intervención a un icono de la arquitectura ecléctica de principios del siglo XX, ubicada en la colonia Roma; Casa Quimera se reestructura para dar cabida a una oferta cultural y gastronómica, la cual en la actualidad habita este inmueble.
Los espacios son amplios característicos de la época y el tipo de construcción, para aprovecharlos al máximo se decidió ampliar visualmente el espacio forrando con espejo negro todos los muros y de esta forma utilizar la luz natural y la iluminación interior para lograr una atmósfera cálida con muchos brillos. La sensación espacial que se logró permite que los comensales se sientan en un ambiente muy amplio que los recibe y acoge. La casa tenía una carpintería original muy rica la cual se consideró como parte integral del proyecto para lo que se combinó con el nuevo mobiliario necesario para la operación en el que destaca un diseño discreto y funcional manteniendo la misma gama de color. Se creó un plafón virtual con las luminarias a 3.25 m de altura, dejando el plafón existente en color negro y con esto reforzar la sensación de amplitud dentro del local. Para respetar la normatividad de uso de suelo una de las premisas fue incorporar arte en los muros, con en base a esto, el arquitecto Miguel de la Torre diseñó una instalación de 365 cochinitos blancos y 7 negros de cerámica, creando un elemento dinámico y de impacto visual que se vuelve el referente y sello del establecimiento. Madera, luminosidad y brillo son los tres elementos que destacan en este restaurante que rescata lo mejor del pasado para combinarlo con elementos contemporáneos funcionales para garantizar su operación en el futuro.

Para más información visiten: Miguel de la Torre Arquitectos








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