lunes, 11 de diciembre de 2017

Sillones giratorios

Los sillones son uno de los muebles auxiliares más versátiles de la decoración. No es de extrañar que sean, junto con las sillas, el elemento icónico para diseñadores de todos los tiempos.

Los sillones son adecuados para muchos tipos de estancias, siendo el rey del salón, donde suelen cerrar la zona de estar junto al sofá, ya sea de forma individual o a pares, pero también van perfectos en el dormitorio, como apoyo para vestirse, dejar la ropa o calzarse, en la terraza, para tomar el sol o recostarse en plan relax, y por supuesto, en cualquier rincón de lectura o rincón chimenea que se precie. También decoran multitud de oficinas, lobbys de hoteles, restaurantes y zonas de espera de un sinfín de locales. Un dechado de virtudes, vaya.
Aunque de sillones y butacas hemos hablado largo y tendido en este blog, hoy nos vamos a centrar en una tipología especial y característica: los sillones giratorios. Y es que si ya el sillón se asocia en nuestras conciencias al relax y la comodidad, la posibilidad de dar una vuelta sobre sí mismo añada un plus de confort a esta maravillosa pieza.
Es cierto que si lo único que busca es tumbarse a echar una cabezada, puede que le sean más útiles los sillones orejero, pero cuando busca versatilidad, es decir, ahora le apetece ver la tele, ahora prefiere charlar con su familia o amigos o ahora quiere girarse hacia la ventana para leer con luz natural, un sillón giratorio resultará perfecto para usted.
Dejando de lado los que llevan ruedas, que a la hora de decorar una casa quedan bastante antiestéticos, nos centraremos en los más comunes, los que sólo giran alrededor de un eje central.
El funcionamiento de este tipo de sillones es siempre el mismo: se quedan fijos en su ubicación, pero uno puede girar a derecha, izquierda o incluso dar la vuelta completa (según el caso) impulsándose ligeramente con los pies hacia un lado o hacia otro. Constan de un punto central por donde gira el eje (normalmente un tubo visto, pero no siempre) y una base que apoya en el suelo y que tiene distintos formatos.
Así que en este caso, donde está la diferencia realmente es en la estética, tanto en la forma del sillón (alto, bajo, con brazos o sin, tapizado o en piel) como en el tipo de base.

1. La base
Es el punto diferencial de este tipo de sillones, pues el resto de cuestiones se asemejan más a los sillones convencionales, y por tanto es donde nos detendremos más.
Base circular plana
El sistema giratorio consta de un tubo que apoya sobre una base circular, grande y muy plana. Es más típico de hoteles y oficinas que de interiores de viviendas, ya que esta base resulta más fría que otras, pero cuando el sillón es bajo y la base queda disimulada los sillones pueden resultar muy estéticos.
Base circular cilíndrica
Una versión más estética y elegante que la base plana es la base cilíndrica, especialmente cuando no es cromada. En este caso el sillón apoya directamente sobre la base, no sobre el tubo, y gira alrededor de ella.

Base circular cónica
Existen otro tipo de bases circulares con distintas formas como las cónicas. En estos casos precisamente lo que se pretende es que la base tenga su protagonismo, que destaque, y por tanto suele ir en materiales como latones, dorados o negros que se llevan el foco de todas las miradas.
Base oculta
Para aquellos que prefieren no ver la base de ninguna forma, existen algunos sillones tan, tan pegados a la base que casi pasa desapercibida, resultando imperceptible desde una altura de vista normal.
Base con patas
La otra tipología de base estándar para este tipo de sillones es la de patas. El tubo suele bajar hasta un punto donde el peso se reparte entre 4 ó 5 patas según el modelo, que son las que apoyan sobre el suelo.

2. La altura

Aunque la atura del asiento es casi siempre la misma, hay sillones que van hasta el suelo y otros que se elevan en altura.

Sillones giratorios a suelo
Son sillones que cuyo tapizado llega casi hasta la base y normalmente tienen como objetivo el ocultarla al máximo, de forma que no se note en exceso el sistema giratorio.
Sillones en altura
Si lo que se pretende es precisamente que el sillón resulte más ligero y no llegue hasta el suelo, encontramos sillones giratorios de base vista en altura, en los que tanto las patas o la base circular como el tubo se aprecian claramente.

3. El material

Aunque no es patrimonio exclusivo de los sillones giratorios, sí contribuye a su estética y confort.

Los hay tapizados en distintos tipos de telas (terciopelo, algodón, lona, etc.), en piel (natural o sintética) e incluso en madera.
Los primeros resultan más cómodos para todas las estaciones, los segundos más elegantes (aunque al igual que en los sofás pueden resultar algo fríos en invierno y pegajosos en verano) y los terceros son muy originales (casi escultóricos) pero poco prácticos para pasar muchas horas en ellos por su dureza, salvo que se le añadan accesorios, como piel de oveja o asiento y respaldo acolchado.

4. El respaldo

Tampoco el tipo de respaldo está relacionado con el giro, ya que éste no depende tanto del peso, pero sí con la estética que queramos conseguir.

De respaldo bajo

Este tipo de sillones resultan más ligeros y son más adecuados para la charla animada, así como para despachos, oficinas y salas de espera.

De respaldo alto

Por su parte, los de respaldo alto son ideales para descansar la cabeza (los hay incluso orejeros para la siesta).

5. Fijos o basculantes

Dentro de los sillones giratorios, los hay completamente fijos (que no se mueven salvo en lo que respecta al giro) o bien basculantes, es decir, que permiten una cierta reclinación flexible hacia atrás (estos últimos normalmente más propios para el descanso).

6. Exentos o con reposapiés
Al igual que en el caso de los sillones estándar, los giratorios pueden colocarse exentos, es decir, sin accesorio externo alguno, o con reposapiés, ideales igualmente para el descanso.

Eso sí, en este caso el reposapiés no suele ser giratorio, sino fijo, por lo que si el sillón cambia de posición habrá que mover manualmente el reposapiés si se quiere utilizar de la misma forma. Por eso, en estos casos, este tipo de sillones no suelen cambiar mucho de posición y tiene poco sentido utilizar el giro salvo en ocasiones muy concretas.

Vía: Decofilia













No hay comentarios:

Publicar un comentario