jueves, 16 de marzo de 2017

Pizzeria Massa por FLEXOARQUITECTURA

El encargo consistía en la reforma de un conocido restaurante del ensanche barcelonés de 170m2 de superficie, 32 metros de profundidad y 5 metros de crujía para transformarlo en pizzería. Debido a la continuidad de la actividad de restauración, la normativa urbana no permitía cambios considerables en la organización del restaurante original pero sí modificaciones puntuales como el derribo de algunos tabiques, la renovación de instalaciones, la adecuación acústica y la aplicación de nuevos revestimientos interiores en techos y paredes.
El local original presentaba tres zonas claramente diferenciadas; la sala de entrada, el pasillo de acceso a baños, cocina y estancias privadas y la sala del fondo, construida más allá de la profundidad edificable del edificio de viviendas al cual pertenece el local.
La propuesta renuncia, desde el principio, a la percepción de la totalidad del volumen interior a través de una construcción panóptica y se basa, en cambio, en una doble estrategia; por un lado, enfatizar la especificidad geométrica de cada una de la salas, entendiendo la pizzería como una secuencia lineal de distintas estancias concatenadas y por el otro, dotar a esta concatenación de continuidad a partir de los materiales ordenados en franjas horizontales y de una referencia constante al falso techo y al pavimento, que acompañan al cliente hasta el final del local.
La secuencia de 30 metros de longitud que separa la entrada del local hasta el fondo, queda definida por una división horizontal tripartita, desde el suelo hasta el falso techo, formada por; bancos de tablero contrachapado de madera de castaño y formica negra, que se deforman para generar ámbitos de privacidad y estimular distintas maneras de ser ocupados, una franja de tableros revestidos con formica de color verde agua y junta vertical y el falso techo, que oculta las instalaciones, resuelve los condicionantes acústicos y se deforma de distintas maneras en cada una de las salas para acoger de modos diversos al usuario.
A lo largo del recorrido se establecen relaciones inesperadas entre estancias contiguas con el uso de diferentes recursos; divisorias troqueladas con triángulos y circunferencias, espejos ubicados en lugares estratégicos, nichos de color rojo intenso que anuncian pasos o botelleros y barras de terrazo negro que, dando continuidad al suelo, se definen como altares pétreos desde los que atender a la clientela.
Para más información visiten: flexoarquitectura





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