La madera de roble natural al aceite y el color blanco se combinan a lo largo de la clínica, adquiriendo un mayor protagonismo individual en función del espacio donde se encuentren. Esta combinación proporciona una mayor amplitud visual, rompiendo con la estética más fría de este tipo de establecimientos sanitarios. De esta manera, el blanco marfil es el color elegido para dar una mayor luminosidad a los gabinetes interiores, y a toda la clínica en general, y los elementos lineales relacionan los diferentes espacios aportando el confort de la madera natural.
Este mismo material adquiere un diseño diferente en la zona de acceso a los gabinetes, donde se convierte en un revestimiento liso que viste las paredes, el techo y las puertas, creando una acogedora zona de paso. La señalética, realizada por el estudio de diseño gráfico Hugo Blanes Giner, está realizada en letras recortadas sobre la misma carpintería.
Una cálida y cuidada iluminación realza las formas simples que ayudan a delimitar los espacios, tomando forma en la distribución de los gabinetes. Cada espacio de la clínica cuenta con el tipo de luz más adecuada a la función que debe cumplir: desde la luz indirecta del mostrador de recepción a la luz de trabajo de las consultas, pasando por las luminarias del corredor de circulación. En este cuidado ambiente, el juego constante de textura y color sirve para crear un espacio atemporal capaz de perdurar en el tiempo sin perder su valor.
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