martes, 10 de enero de 2017

Reforma de un edificio de “cuartos de casa” en la Barceloneta.

El proyecto de estas dos interioristas consiste en la rehabilitación de una antigua finca compuesta por doce apartamentos “cuartos de casa”, con una superficie de 30m2 cada uno. Son los clásicos pisos del barrio de la Barceloneta que se crearon cuando las manzanas largas y estrechas fueron divididas en parcelas rectangulares, que a su vez se fraccionaron en parcelas de medio y de cuarto, de ahí su nombre.
Esther Mercé y Esther López Aguilar se unieron en colaboración para crear este proyecto, encargo de una promotora que apostó por diferenciarse del modelo inmobiliario orientado al turismo masivo que se ha venido fomentando en los últimos tiempos en este barrio de la ciudad de Barcelona.
La intención de las interioristas era ofrecer apartamentos, que aunque no contasen con una gran superficie, se distinguieran por poseer un carácter único y una coherencia en la distribución de las zonas que conforman las viviendas.
La mayor apuesta era crear sensación de amplitud y confort. Para lograrlo, fue esencial ganar el máximo de luz natural a través de grandes aberturas en la fachada principal, dejando esta despejada de intervención con mobiliario o posibles obstáculos.
“Hemos apostado por un estilo mediterráneo, dado el emplazamiento de la finca situada a escasos metros del mar”.
En las doce viviendas se ha rescatado el techo original de volta catalana, muy característica de las antiguas construcciones de la zona. Como sello “Barcelona” escogieron un pavimento hidráulico ornamentado. El blanco como protagonista en paredes y techos, contrasta con la madera de pino en todo el mobiliario integrado.
El concepto se centra en la integración de todos los elementos, para aprovechar al máximo el reducido espacio de los apartamentos.
Cada vivienda se divide en tres zonas. La primera está compuesta por la sala de estar con cocina integrada, el acceso al baño se origina por una puerta oculta en el mobiliario de la cocina. El salón alberga un sofá/cama, diseñado a medida para el espacio, con la intención de convertirlo en una habitación extra cuando sea necesario. Por último, la habitación principal, aparece separada del salón por una gran puerta corredera, que al abrirse, permite que los dos espacios se unan sin que se vea la cama, logrando un solo ambiente diáfano. La cama está situada sobre un entarimado pensado para tener un amplio espacio de almacenamiento debajo de ella.
En todas las zonas destaca la capacidad de puntos de almacenamiento, que es tan solicitado en las pequeñas viviendas.

Para más información visiten: loag studio
Vía: diarioDESIGN






No hay comentarios:

Publicar un comentario