jueves, 11 de febrero de 2016

Pan y Pasteles se viste con 12.000 pirulos de fresa.

Esta pastelería ubicada en Alcalá de Henares es la tercera que el estudio dirigido por Virginia del Barco, Ideo Arquitectura, diseña en la Comunidad de Madrid para Pan y Pasteles. La propietaria de esta marca sigue la filosofía de que cada tienda debe ser única y diferente a la anterior, y el único condicionante que exige es la presencia del color rosa como imagen corporativa.

El edificio se encuentra en el corazón histórico de esta localidad madrileña, en el bajo de un edificio con solera. En el momento en el que se comenzaron a demoler los paramentos verticales, tanto en el interior como en la fachada, los autores del proyecto se dieron cuenta de que no había que inventar mucho.
El paso del tiempo y las sucesivas reformas habían logrado que los muros de fábrica de ladrillo hablaran por si mismos, dotando al espacio de una enorme personalidad.
Para lograr un diseño contemporáneo, que era su objetivo inicial, se debía buscar un elemento de fuerte carácter para competir, sin hacer sombra, con la consistencia de los muros entramados de más de 150 años.
Finalmente, y después de ‘soltarse la melena’, los diseñadores crearon una instalación artística colgada del techo de más de 12.000 ‘pirulos de fresa’ o palos de madera en tres tonos diferentes de magenta, que se ha convertido en el objetivo de todas las miradas.
Dicha instalación se ha enmarcado en un friso superior en blanco que recorre todo el local llegando al obrador; una caja pura cuyo techo de espejos hace multiplicar la marea que forman los tubos de madera coloreada en rosa.
Para este proyecto Ideo Arquitectura ha diseñado también la iluminación, así como parte del mobiliario.
Las mesas, taburetes, estanterías, mueble-barra, pizarras y las cajas de luz de los luminosos de fachada son obra de la diseñadora y arquitecta Virginia del Barco.
En las imágenes se pueden apreciar diferentes detalles de los revestimientos así como el pavimento de microcemento de alta calidad que dota al espacio de una fina elegancia constructiva.

Parte de los machones de madera que estaban podridos por las humedades, se han sustituidos por perfiles de acero bañados en marrón chocolate generando un diálogo muy dinámico entre lo antiguo y lo moderno.

Para más información visiten: Ideo Arquitectura,
Vía: diarioDESIGN







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