jueves, 18 de febrero de 2016

Osborne encarga a Tarruella Trenchs Studio el diseño de su restaurante Cinco Jotas del barrio de Salamanca

La prestigiosa empresa familiar Osborne ha confiado a Tarruella Trenchs Studio, la reforma del restauranteCinco Jotas ubicado en el barrio de Salamanca de Madrid, con el reto de transmitir la pasión por la degustación del jamón 5J y la cocina de gran calidad de sus productos.

Así fue llevado a cabo el proyecto según nos cuentan Tarruella Trenchs Studio,
Con la idea de emocionar al comensal, se evoca la experiencia de transmitir la esencia y los valores de la marca a través del cuidado de los detalles en el interiorismo y que recuerdan las Dehesas donde se crían los cerdos de pura raza ibérica.
El restaurante se desarrolla en un edificio de cuatro plantas con una configuración de espacios reducidos, por lo que la prioridad ha sido ordenar los espacios existentes manteniendo la planta calle como zona de bar, la planta intermedia como restaurante y la planta superior como restaurante abierto al exterior y coctelería para potenciar el ambiente por las noches.
La escalera que se desarrolla en todas las plantas como elemento vertebrador, se ha conservado pero forrada con unas pletinas laterales de hierro negro que sirven de barandillas y que bajan por todas las plantas, inspirándose en los cuchillos de los cortadores de jamón. Los escalones se han cubierto con madera para aportar calidez a esta pieza significativa del local.
Para unificar la arquitectura existente se pintaron las paredes y los techos de todas las plantas en color blanco roto con acabado texturizado, recordando las antiguas casas tradicionales de campo.
En todo el local utilizaron materiales nobles que transmiten espacios domésticos y atemporales que recuerdan elementos naturales de los paisajes de Jabugo, donde la artesanía, la autenticidad y el valor de los orígenes son representativos de la marca.
Se recibe a los clientes a través de una terraza con una pérgola hecha con cuerdas tramadas naturales de distintas densidades que tamizan la luz y crean un ambiente natural y sostenible que recuerda a los cobertizos de cañizo de los pueblos.
Se organizó la planta baja eliminando la tarima existente para tener todo el espacio a la misma cota que la calle, y se distribuyó el espacio con una mesa central alta para comer de pie alrededor. Resaltaron la importancia de la figura del cortador de jamón sobre un pedestal de mármol blanco.
Detrás de este, destacaron la exposición de los jamones colgados sobre una pared de baldosa manual de color blanco, con el diseño de unos colgadores de latón en forma de bellota que realzan la importancia de los jamones que se cuelgan como piezas únicas.
Al fondo, la cocina de frío y servicio de bebidas se proyecta abierta a la sala a través de una barra exenta para camareros forrada en piel oscura y un sobre de piedra que permite la circulación alrededor.
El protagonista de este espacio es el techo flotante hecho de madera de nogal troquelada con forma de bellota, que filtra la luz y simula la sensación de que el cliente se sienta bajo las encinas de las Dehesas.
En la primera planta, unos bancos tapizados en cuero rodean la sala arropando las mesas de madera con relieves grabadas al fuego con las tramas diseñadas por el equipo gráfico Run Design. Estas disposiciones, que simulan la textura de la cáscara de la bellota, también aparecen en las aplicaciones gráficas del interior.
Detrás de los bancos se ha diseñado un juego de volúmenes de distintas dimensiones y profundidades hechos con pergaminos que integran las ventanas y hacen de pantalla de luz natural hacia el interior del local.
Se utilizó madera de roble recuperada para forrar el resto de paredes y dar confort a la sala, escondiendo la cocina principal a través del pase de camareros.
Sobre la madera acompaña una escultura hecha con la silueta de una manada de cerdos ibéricos realizada con pletina de hierro.
En la última planta, la cubierta acristalada aporta mayor altura al espacio transformándolo en una terraza abierta al aire libre en verano. Esta cubierta tiene un techo de cristal retráctil y una segunda piel con el mismo entramado de cuerdas naturales de la entrada, dando flexibilidad al espacio según la época del año y tamizando la luz.
La barra de coctelería de mármol blanco regulariza la sala con un gran espejo fumée que forra toda la altura y duplica el espacio aumentando la profundidad. Sobre este espejo, unas estanterías de madera maciza de roble sirven de bodega de vinos y licores de la casa Osborne reforzando así la representación de la marca.
Sobre la barra, un grupo de lámparas suspendidas con forma de bellotas y las paredes forradas en madera de roble rústica aportan esta inspiración de la tradición familiar. Sobre la madera una chimenea de hierro negro suspendida de estilo contemporáneo potencia la verticalidad y el confort de este espacio.
Finalmente, la vegetación local en unas jardineras integradas en el banco corrido de obra frente a los grupos de mesas enfatiza esta naturalidad de espacio que se percibe en todo el local.

Para más información visiten: OsborneTarruella Trenchs StudioRestaurante Cinco Jotas 
Vía: infurma







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