miércoles, 3 de febrero de 2016

Hostal La Buena Vida, en Ciudad de México


Estamos en el primer hostal boutique en la Ciudad de México: La Buena Vida, un concepto único que permite disfrutar la vida mientras viaja. Sin duda, una opción perfecta para aquellos que deseen alojarse en la zona más trendy de la Ciudad de México. Está ubicado en el distrito La Condesa, una zona residencial que se desarrolló a principios del siglo XX (de ahí que predominen las construcciones de estilo neoclásico y Art Decó), y que actualmente se ha convertido en uno de los centros culturales del DF, con multitud de librerías, cafés, salas de conciertos, y restaurantes. Su privilegiada ubicación y el importante crecimiento económico que ha tenido, han puesto a La Condesa en la mira de todos los que visitan la ciudad.

Por lo anterior y muchas otras razones se decidió que el Hostal La Buena Vida se localizara en esta zona y se encontró un espacio idóneo en la calle de Mazatlán. En toda la zona la arquitectura responde a un estilo típico de la época y con el objetivo de sobresalir de esta tendencia, el equipo de ARCO Arquitectura Contemporánea propuso como fachada principal una doble piel —para minimizar el ruido exterior— llena de color y textura que hace que el hostal llame la atención desde cualquier punto de la calle, eso sí, respetando las tolerancias y proporciones de los edificios aledaños. En la fachada resaltan las atractivas formas geométricas, en una intrépida combinación de varios tonos de magenta o mejor conocido como el famoso rosa mexicano, que se mueven en una alegoría arquitectónica que recuerda las envolturas de los dulces y se complementa con la serenidad y calidez de la celosía de madera de Ipe.
Las 8 habitaciones compartidas dan un total de 48 camas, o dicho de otra forma 24 literas. La capacidad de las habitaciones va desde 4 hasta 10 camas. Cada una de ellas tiene su cuarto de baño integrado y cada una de las camas cuenta con una taquilla individual para que los viajeros estén seguros de que sus pertenencias estarán a salvo durante toda su estancia.
El color es un elemento muy importante de todo el proyecto y para los interiores se seleccionó una paleta con 5 diferentes. Los acentos de color, tanto en los muros como en el mobiliario, se combinaron con grandes murales con grecas y calaveras en un estilo sincrónico con todo el concepto y que mantiene la tradición mexicana en uno de sus elementos más representativos. El Hostal la Buena Vida sorprende al visitante con una experiencia completa en una atmósfera que combina la mejor propuesta en su tipo en un contexto que define la Ciudad de México que se vive hoy.

El hostal se presenta como una atractiva alternativa para el viajero urbano contemporáneo y lo invita a pasar a un espacio que sabe que definitivamente no será como los demás. En el ingreso a nivel de calle se localizan un pequeño lobby donde se ubica la recepción y se sube a los diferentes espacios del hostal distribuidos en dos niveles: el área de lavado, una cocina compartida para los huéspedes, salón de TV, sala de ordenadores con conexión Wi-Fi gratuita y una terraza con mesa, sillas y tumbonas. Fotografías: Jaime Navarro.

Para más información visiten: ARCO Arquitectura ContemporáneaHostal La Buena Vida 
Vía: decoratrix












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