lunes, 23 de noviembre de 2015

Casa Conxita de Pilar Líbano; la versión fresca de una popular casa de comidas.

Lo tradicional nunca pasa de moda. Y mucho menos en la restauración, donde cada vez exigimos una vuelta a los sabores de toda la vida. Eso sí, sin renunciar a toques de contemporaneidad, que para algo vivimos en el siglo XXI. Y así se ha concebidoCasa Conxita, un restaurante en Barcelona cuyo nombre lo dice todo. Inspirado en la calidez de una casa de pueblo pero con la atmósfera fresca e informal queobliga cualquier local situado en la calle Provença.El estudio P. Libano ha sido el cerebro que ha modernizado el concepto de casa de comidas, consiguiendo además que un espacio de tan sólo 95 metros cuadrados sirva tanto para el día como por la noche, tapas y platos, terraza y comedor.

La clave está en la elección y disposición de los materiales empleados. En concreto en las paredes. Y sobre todo jugando con la madera, la cerámica y el vidrio.
Por una parte está la pared cubierta con celosías de madera, las cuales dejan entrever un grafismo de casas rurales. Este material aporta calidez y hace un guiño al nombre. Por supuesto, la carta de Casa Conxita sigue el mismo concepto que el interiorismo: platos trabajados pero frescos y de mercado.
Luego estás las paredes alicatadas en cerámica, las cuales aportan un ambiente contemporáneo al contrastar con las celosías de madera.
Por último, el vidrio en forma de espejos y pequeños detalles como la estantería de botellas. Esto permite un juego visual de reflejos, lo cual le da el toque más moderno.
La elección de las colores también es importante a la hora de conseguir esta mezcla. El estudio se ha decantado por contrastar el verde agua con negros y blancos en formas geométricas. La zona de backoffice, cocina y baños está unificada mediante el negro y la madera de roble, lo que potencia la ligereza del verde agua del resto del local.
En cuanto a la flexibilidad de usos y ambientes, aquí el mérito es de la iluminación, que con sus lámparas bajas y luz indirecta hacen que funcione tanto para el día como por la noche.
Por cierto que la iluminación natural del local permite una conexión con el exterior, de igual modo que la barra. Está situada a la izquierda de las escaleras de acceso, pero continua y gira en el chaflán de la planta a través de una estantería que comunica con el resto del local.

El hueco, por tanto, que queda frente a la barra, aprovecha la luz que entra por los ventanales para crear una especie de terraza interior formada por pequeñas mesas con taburetes, apoyadas a unos ventanales de guillotina que se abren a la calle.

Todo el mobiliario y las mesas a medida han sido diseñados por el estudio excepto algunas sillas y los taburetes, de Tom Dixon, la lámpara Wireflow de Vibia y la WorkLamp de Liquid. El alicatado es de Banni.

Para más información visiten: Casa ConxitaEstudio P. LíbanoTom DixonVibiaLiquid DesignBanni
Vía: diarioDESIGN







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