martes, 1 de julio de 2014

Cloro para piscinas

El cloro 

es un agente químico muy activo que actúa por oxidación, es decir que convierte las moléculas orgánicas complejas en compuestos simples que pueden evaporarse en forma de gas totalmente inofensivo. 
Este proceso de oxidación que realiza el cloro de su piscina consigue que los elementos orgánicos tales como residuos orgánicos humanos (piel, pelo..), algas y suciedad orgánica variada, pasen a convertirse en gas. 


El cloro es un elemento químico del grupo de los halógenos, al igual que el flúor, el bromo, el iodo y el astato. En la naturaleza se encuentra normalmente en forma de gas formando moléculas divalentes de cloro (Cl2).


Pastillas de cloro


Es la opción más habitual a la hora del cuidado de la piscina privada, desde hace unos años han mejorado mucho esta forma de mantenimiento. Las pastillas actuales suelen venir en un pequeño contendor (una cesta) y además de clorar de forma progresiva contienen otros productos que ayudan al mantenimiento de la piscina, como son Bactericidas, alguicidas, cristalizadores, fungicidas.

Los poco inconvenientes que tienen es la molestia de tener la cestita dando vueltas siempre por la piscina y si no se tiene cierto cuidado y se queda en una esquina demasiado tiempo puede llegar a estropear la pintura de las paredes.


Demanda de cloro:


Cuando vierte cloro al agua de su piscina ya sea en forma de pastillas de cloro lento o de larga duración, parte de ese cloro reacciona con los contaminantes y otra parte sobra. La parte que reacciona químicamente se la denomina “demanda de cloro”, es como decir la cantidad mínima de cloro que se necesita para provocar la oxidación de todos los residuos orgánicos del agua de la piscina. Es realmente el cloro consumido durante la oxidación.

Nunca es aconsejable verter solo la cantidad demandada ya que si no acertamos podemos dejar sin desinfectar la piscina y sin cloro residual, lo que provocará que los restos orgánicos vivos (algas, microorganismos) puedan reproducirse rápidamente y no solo eso, los microorganismos que no han sido eliminados también podrán alimentarse con los residuos orgánicos que no han sido oxidados.

Si no vertemos más cantidad de cloro que el cloro demandado, en unas pocas horas el agua de la piscina no tendrá un color sano. Lo normal es la proliferación de algas de forma muy rápida, por lo que puede que el agua de la piscina se ponga verde en muy poco tiempo.


Cloro residual libre


Es el cloro que queda en el agua sin haber reaccionado químicamente. Es muy útil ya que mantiene la piscina clorada hasta el nuevo vertido. En las piscinas con dosificador automático o pastillas de cloración lenta, parte del cloro va reaccionando con las materias orgánicas y parte de los nuevos vertidos mantienen constante el cloro residual libre. Ciclo de krebs


Cloro combinado


El cloro combinado esta forma de cloraminas, que son productos que tienen un bajo poder desinfectante y producen un olor desagradable. Estos compuestos son los causantes del llamado olor a piscina.

Este proceso indeseado e indispensable cuando se clora una piscina puede mitigarse con la aportación exacta de cloro, ya que el nuevo cloro vertido reacciona con el cloro combinado para producir cloro residual libre.

En las piscinas de ozono lo que se evita es este tipo de cloro.


Cloro residual total


Es la suma del cloro residual libre y el cloro combinado.


Vía: Piscinas Natación

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