martes, 1 de julio de 2014

Bromo para agua de piscinas

Son muchas las formas que tenemos para desinfectar y purificar el agua de las piletas, pero no todas ellas son sumamente eficientes; el bromo para piscinas es una alternativa que otorga excelentes resultados siempre y cuando sepamos como aplicarlo.


Efectivamente, para comprender un poco mejor la función de este compuesto, es necesario que primero especifiquemos aquí sus características; el bromo es una sustancia muy fuerte que acaba íntegramente con los agentes patógenos que se presentan en el agua, pero su ingesta podría causar severos daños en el organismo de los seres humanos y es por esto que sólo se utiliza en la desinfección de piscinas y no en los tanques de agua potable. Al igual que el cloro, el bromo para piscinas es un halógeno que reacciona de forma inmediata con otros compuestos, las combinaciones que se forman se denominan bromuros; sin lugar a dudas es una de las sustancias más reactivas debido a que reacciona con otras muy diversas; como características principales decimos que es muy corrosivo y destruye por completo la materia orgánica. 

Decimos que su uso debe ser moderado porque se lo considera veneno en forma fluida, lo que significa que, por ejemplo, el vapor de bromo daña los ojos, la piel y el aparato respiratorio y, en ocasiones puede causar quemaduras significativas; una concentración de 1 ppm (partes por millón) puede provocar irritación y lágrimas en los ojos.

Pero el bromo para piscinas está alterado de forma tal que no afecte la salud del bañista, si bien de todas formas siempre debemos ser cuidadosos con su aplicación; esta sustancia se disuelve de forma fácil en el agua, cuando se añade a ésta, forma iones hyprobromite los cuales se encargan del proceso de desinfección.

El bromo es descubierto en 1825 por C. Lowig, un estudiante químico alemán que estaba llevando a cabo una investigación en aguas de pantano que eran ricas en bromuro de magnesio; cuando elimina el cloro, e inyecta gas en la solución, surge el bromo. A partir de sus investigaciones, las aplicaciones del bromo se fueron perfeccionando y, al mismo tiempo, expandiendo, es así como luego de estudiar todas sus propiedades, se empieza a fabricar bromo para piscinas el cual tenia como objetivo dejar el agua libre de microorganismos y "complementar" la tarea del cloro. Hoy en día, esta sustancia posee diversas finalidades, la más conocida es la producción del color “morado” aunque parezca extraño; también se lo emplea en la producción de bromo de etileno, como retardador de llama, en campos de la medicina, fotografía, en la producción de aceites, en pinturas y pesticidas.

Algunos individuos cuestionan actualmente el uso de bromo para piscinas debido a que los resultados que se obtenía en los tanques de agua potable eran muy peligrosos para la salud de un ser humano. Pero contra todas estas opiniones, el bromo se emplea abiertamente como desinfectante logrando una gran cantidad de beneficios; se lo utiliza como una alternativa al cloro o para complementar sus efectos. El bromo para piscinas previene el crecimiento de algas, bacterias y elimina los malos olores; en los Estados Unidos, el bromo se ha estado utilizando en los natatorios desde 1936; durante la Segunda Guerra Mundial se produce una escasez de cloro y los propietarios de las piletas se ven en la necesidad de encontrarle un reemplazo, y es así como se populariza su uso.

Más allá que el uso de esta sustancia está permitida y avalada, los peligros siguen presentes, debido al riesgo que entraña el uso del bromo fluido, se ha confeccionado un palo de bromo- cloro para medir las concentraciones que son vertidas en el estanque y así evitar efectos dañinos sobre el bañista. La concentración de bromo para piscinas no debe alcanzar los 200 mg/l o de lo contrario el equilibrio entre el desinfectante residual y la materia orgánica se rompería; el bromo para piscinas se distribuye en tiendas de natación en tabletas o cartuchos, posee una larga vida útil y se disuelve lentamente. Durante el proceso de desinfección, el ácido hipobromoso se disocia en iones de bromo sin producir olores y eliminando todas las bacterias del agua; sin lugar a dudas obtenemos resultados mucho más eficientes que al solo utilizar cloro. En caso de no estar seguros sobre las cantidades de bromo a aplicar, es necesario que consultemos primero con el vendedor o un experto en tratamiento de aguas de piscinas, de esta forma no exponemos la salud de nuestra familia o de los usuarios a una sustancia tan peligrosa.

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