viernes, 23 de mayo de 2014

Mantener los radiadores en buen estado

El tiempo no nos da respiro durante el invierno: cuando parece que la primavera está al caer, de repente tenemos que volver a poner la calefacción a tope… Sin embargo, no quedan muchos días para que podamos apagarla definitivamente, a la espera del próximo invierno. Entonces será un buen momento para dar un repaso a los radiadores y dejarlos como nuevos, e incluso darles un nuevo aire para que se integren mejor en la decoración de la vivienda.


Cuando dejamos de usar la calefacción o justo antes del invierno, es importante purgar los radiadores para eliminar el aire que circula por las tuberías y conseguir que funcionen a pleno rendimiento. Pero hay más cosas que podemos hacer. Limpiar los radiadores es siempre una tarea ingrata por la cantidad de recovecos que tienen; para ello, nada mejor que un cepillo especial que por poco dinero se puede adquirir en cualquier centro de bricolaje.

Las casas que cuentan con radiadores antiguos de hierro están de enhorabuena. No sólo por lo atractivos que son, sino porque aportan mucho calor. Pero a veces, se oxidanla pintura que los recubre se termina por desprender. Esto es fácil de solucionar aunque requiere trabajo. En primer lugar hay que frotar las partes oxidadas con un cepillo metálico hasta que se desprendan, y después aplicar un producto transformador de óxido. Las mejores pinturas para los radiadores son las que aguantan el calor; las hay especiales para pintar este tipo de objetos. Puede aplicar dos o tres manos con rodillo de espuma o brocha de buena calidad, utilizando una brocha acodada para alcanzar todos los rincones (como las de la foto)

Y si lo que quiere es dar un nuevo aire a sus aburridos radiadores de aluminio, puede hacerlo con las mismas pinturas. Aparte de lacar toda la superficie en colores divertidos y que hagan juego con su decoración (utilice rodillos de espuma o pinturas especiales en aerosol; no olvide cubrir la pared y el suelo), también puede hacer estarcidos con plantillas autoadhesivas o pegar motivos de vinilo de quita y pon.
Y para terminar, un práctico truco que le hará ahorrar bastante a lo largo del año: si coloca entre el radiador y la pared una lámina metalizada específica, con la parte metálica hacia el radiador (puede pegarla a la pared con cinta de doble cara, una vez medida y cortada), conseguirá que el calor que desprende éste no se filtre por los poros de la pared y regrese a la estancia. ¡Podrá ahorrarse hasta un 15% de la factura en calefacción!
Vía: Deco Estilo

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