lunes, 14 de abril de 2014

Cervecería Aizkorri en un edificio recuperado del centro de Astorga, diseño Andrea Muñoz.

El bajo de un edificio recuperado del siglo XIX situado en la plaza España de Astorga, en pleno centro histórico de la ciudad y con el Ayuntamiento de fondo, es el nuevo hogar de Aizkorri, una cervecería vasca de estética industrial diseñada por Andrea Muñoz.

El concepto base del proyecto fue recuperar el bajo de 50 m2 del edificio, sacando partido de sus excelentes cualidades y aportándole un valor añadido con un estilo contemporáneo y actual, con el protagonismo exclusivo de la cerveza de bodega y los pintxos vascos.


Para ello se optó por utilizar madera de roble de diversas tonalidades y hierro, un tándem perfecto que se acompaña de un techo de madera decapada en blanco que da sensación de mayor amplitud, de ladrillo visto recuperado en la zona de la fachada principal, y de unos ventanales abiertos hasta el suelo para favorecer la entrada de luz y marcar la continuidad entre interior y exterior.

Estos materiales permiten que el equipamiento “respire” y se ponga en valor. Como elemento central destaca la barra, cuyo frontis se pensó como una serie de bloques de diferentes dimensiones que salen y entran, aportándole una tercera dimensión y donde imágenes de la marca y otras frases aparecen en bajorrelieve sobre la madera. Además, la encimera en Silestone® blanco se vuelve continua en su zona central, ocupando la parte curva con listones de roble y dándole así un tratamiento distinto, donde los expositores de pintxos, diseñados específicamente para el proyecto y realizados por un artesano en madera de roble, se realzan.

Debido a las pequeñas dimensiones del local y la falta de espacio de almacenaje, la trasbarra se concibió como una gran estantería de suelo a techo y con mucho fondo, donde la parte baja, realizada completamente en madera de roble sería el lugar destinado a la cristalería y la parte alta, de hierro y estantes de roble, como expositor de botellas. Completan esta zona los taburetes de la editora valenciana Vandidoo, en tubo de acero y tapa de roble.

La parte del comedor se separa de la zona de bar mediante un tabique en hierro y vidrio, y su equipamiento lo conforman cuatro mesas con seis sillas modelo Brera de Pedrali que, gracias a su forma, cuando se unen forman un banco corrido y que por sus reducidas dimensiones, se adaptaban a la perfección al espacio y dan una dimensión distinta a la mesa que se vuelve más alargada y estrecha.

Esta zona se divide también de la entrada y de la zona de los servicios mediante dos tabiques de iguales características, realizados en hierro y de estilo típicamente industrial, donde sus vidrios unas veces dejan ver y otras no, aportando así la intimidad necesaria en la zona de comedor.

Las paredes se decoraron con microcemento gris y una serie de cuadros de pizarras ocupan la pared frontal, donde se exponen los precios de pintxos, vinos, etc. Para la iluminación se ha empleado el modelo Soho de Marset.

Para más información visiten: AizkorriAndrea MuñozSilestoneVandidooPedraliMarset
Vía: diarioDESIGN

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