domingo, 20 de octubre de 2013

Exclusivo y tradicional apartamento parisino al estilo Haussmann remodelado

Un lujo para la vista al alcance de muy pocos, pero como mínimo disfrutaremos de este maravilloso reportaje y cogeremos ideas para adaptar a nuestros hogares. Le aseguro que se va a quedar con la boca abierta con tanta belleza, elegancia y armonía.

Exclusivo y tradicional apartamento parisino al estilo Haussmann remodelado y decorado en un estilo limpio y moderno por la diseñadora de interiores sueca afincada en Londres Jessica Vedel.
Con unos magníficos y oscuros suelos de madera en espiga que contrastan con las paredes y filigranas de yeso blancas, originales de la casa. Su expresividad y complejidad contrasta con la simplicidad de la decoración, el minimalismo de los muebles, el juego de luces, y la sutil paleta cromática a base de tonos neutros: tierras, grises, negros, blancos y cremas.
Sobriedad es la premisa que ha seguido Jessica Vedel para crear este interior. Grandes espacios vacíos pensados y organizados como sets fotográficos, donde el protagonista son los grandes muebles, que junto al juego de luces y texturas, forman bodegones, grupos escultóricos que se va encontrando en cada habitación.
Para ello, o sea para crear estos bodegones, centra toda la atención en los muebles, despoja la casa de lo superfluo, alfombras, apliques, jarrones, mantas, todo queda escondido, los protagonistas son la madera del suelo, los artesonados de las paredes y la yesería del techo.

Centra el mueble en medio de la sala y no añade ningún otro detalle a la habitación para no distraer la atención. Lo vemos en el comedor, con la gran mesa centrada, remarca este efecto añadiendo una preciosa lámpara de araña a baja altura.

Lo mismo se repite en el baño. Es todo un espectáculo de armonía, elegancia y buen gusto, en este caso para crear el foco de atención coloca la bañera en el centro, la alza en una tarima de mármol y la ilumina con un foco.
En la cocina volvemos a ver como usa el mismo recurso, paleta cromática limitada a base de neutros, nada de detalles superfluos y pequeños accesorios, solamente una enorme isla central acompañada de sus sillas y el plafón con los elementos de cocina.
Y para acabar vemos el dormitorio, que es posiblemente lo más normal del apartamento, simple, austero, en tonos grises, blancos, marrones y ocres, sin nada más que una mesa auxiliar y unos apliques y unos cuadros apoyados en una repisa, crean sensación intimidad y confort, convirtiendo una pared en un cabecero pintado en gris.
Vemos que de vez en cuando dan un destello de color en tonos oros apagados, en una lámpara o aplique, en el marco de la chimenea o en las patas de los taburetes de la cocina. Disponen los cuadros generalmente apoyados, no colgados, algo muy común actualmente, y contrastan la expresividad de los materiales nobles y el abarrocamiento de las paredes con la simplicidad de líneas de los muebles.
Para más información visiten: Jurajtalcik Arquitectos, Jessica Vedel Interiores
Vía: Decoesfera





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