lunes, 28 de octubre de 2013

Bien!, un afable restaurante eco concebido por Suite Arquitetos en São Paulo.

Si uno dispone de un edificio de dos plantas en São Paulo y decide convertirlo en un restaurante, es casi lógico que busque el calor de sus populosas calles y que los transeúntes puedan adivinar lo que van a encontrarse dentro. En el caso de Bien! se trata de un restaurante con un diseño contemporáneo en el que los adjetivos industrial y confortable van de la mano y en el que, al igual que su saludable carta, el interiorismo también se preocupa por el entorno.

Carolina Mauro, Daniela Frugiuele y Filipe Troncon del estudio brasileño Suite Arquitectos son los responsables de este proyecto, cuya fachada de vidrio en la primera planta comunica el interior y exterior de este edificio situado en el sur de la capital.
La luminosidad del local es clave en esta comunicación. Primero porque la luz natural que entra por la fachada de vidrio enfatiza los colores elegidos. Y segundo porque al tratarse de un restaurante abierto sólo durante el día, la percepción que reciben los comensales y los transeúntes queda determinada por la luz que entra y sale del restaurante, llegando a definir el espacio.
Madera, metal y una combinación de azules, amarillos y verdes son los otros encargados de dotar de personalidad al local. La intención es crear un espacio abierto, sostenible y cómodo pero con un toque industrial que añada cierta contemporaneidad al lugar y un poco de contraste.
Las mesas de estilo escritorio han sido diseñadas por los arquitectos. Las patas, de hierro y pintadas de amarillo, crean un divertido efecto óptico vistas en línea y reflejadas en el espejo.
El amarillo contrarresta con sillas de color azul y cojines del mismo color para los bancos. Aquí se han buscado formas más confortables para compensar la rigidez de la mesas.
El verde es sólo para el techo, a través de las plantas que cuelgan de las macetas blancas suspendidas boca abajo.
Las plantas y la madera que recubre los pilares y varias de las paredes son las encargadas de añadir el elemento sostenible que otorga naturalidad al lugar.
El contrapunto de los paneles de madera son los conductos metálicos, las lámparas de escritorio – también amarillas – que cuelgan de las paredes y el revestimiento metálico de la barra.
En la segunda planta, dedicada íntegramente a la cocina, los baños y el almacén, la estética industrial es más evidente ya que aquí la fachada está cubierta por una placa metálica perforada.
Es esta planta la comunicación con el exterior es menor, pues desde fuera no puede verse el interior, si bien los cocineros y el resto del personal sí pueden gozar de las vistas de la ciudad.
Para más información visiten: Bien!, Suite Arquitectos












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