lunes, 24 de junio de 2013

El interior de una granja tradicional en Bélgica

Esta granja que hoy les traemos está ubicada en el centro de Bélgica, sobre una superficie de 22.000 metros cuadrados de terreno privado. Descubrir esta pequeña joya es como retroceder en el tiempo, sobre todo por su aspecto externo, aunque no por las comodidades de las que se disfruta: a esta casa de campo no le falta de nada para ser una vivienda envidiable. En la actualidad vive en ella una pareja, junto a sus gansos, ocas, gallinas y otros animales propios de este tipo de fincas.

La casa tiene 400 años de antigüedad y por ello ha sufrido diversas remodelaciones a lo largo de los años, aunque mantiene intacto el espíritu artesanal con el que fue construida en el siglo XVII. Así se aprecia en sus muros y detalles arquitectónicos, testigos de las vidas de tantas y tantas generaciones antepasadas. Es increíble lo en forma que se mantiene esta vivienda, que realmente parece trasladarnos a esa época previa a la Revolución Industrial, con su estufa de gas, horno de cocción, enormes chimeneas y su mobiliario rústico encantador (si bien modernizado al gusto actual, desde luego).
La belleza de sus puertas de madera o vigas de roble son otra de las joyas de la corona de esta preciosidad de casa con tantos años de historia a sus espaldas. Todas sus habitaciones son lugares acogedores que respiran hospitalidad y bienestar por todos sus rincones, con pequeños detalles y una superficie y suelos de madera entarimada que hacen recordar a sus inquilinos que siguen disfrutando de toda la comodidad de la vida urbana actual.








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