lunes, 13 de mayo de 2013

Consejos para ahorrar agua y energía

El agua caliente sanitaria es la segunda fuente de consumo de energía de nuestros hogares: un 25% del consumo energético total. Si bien desde el año 2006, en las viviendas de nueva construcción, es obligatorio contar con sistemas solares térmicos para la generación del agua caliente sanitaria, la demanda de energía para producir agua caliente sigue siendo elevada. Siga leyendo y conozca los diferentes sistemas y consejos para ahorrar agua caliente que ofrece el IDAE.

Elegir el sistema idóneo es posible si se tiene en cuenta el lugar donde está situada la vivienda y el clima predominante en la zona. Además, es muy importante tener en cuenta la cantidad de personas que habitan la casa y sus costumbres respecto a la utilización del agua. Las claves para decantarse por uno de estos sistemas se halla en su capacidad y la cantidad de agua caliente que se utilizará habitualmente.
A la hora de producir agua caliente sanitaria para uso doméstico, encontramos dos principales tipos de sistemas: los productores instantáneos y los sistemas por acumulación. Cada uno de ellos tiene sus ventajas e inconvenientes, por lo que, para realizar una compra acertada será necesario conocer sus principales características.
 
 
Los sistemas instantáneos

Se trata de unos sistemas que calientan el agua en el mismo momento en que es demandada. Es el caso de los habituales calentadores de gas o eléctricos, o las
calderas murales de calefacción y agua caliente (calderas mixtas). La principal ventaja es que no se necesita mantener el agua caliente acumulada, lo que evita un mayor coste energético.
Los inconvenientes de estos sistemas son la cantidad de agua y energía desperdiciada hasta que el agua alcanza la temperatura deseada en el punto de destino (más cuanto más alejada se encuentre la caldera de su destino), así como el incremento del consumo y el deterioro del equipo cada vez que se enciende y apaga la caldera cuando hay demanda de agua caliente.

Los sistemas instantáneos presentan, generalmente, prestaciones muy limitadas a la hora de abastecer con agua caliente a dos puntos simultáneos. Sin embargo, siguen siendo los sistemas más habituales en los suministros individuales de agua caliente.

Por todo esto, este tipo de sistema es el más apropiado para familias no numerosas, en viviendas con pocos habitantes o en aquellas dónde su uso es muy puntual.
Los sistemas de acumulación

Este tipo de sistemas se puede subdividir en dos clases:

Aquellos que se componen por un equipo que calienta el agua (una caldera o una bomba de calor, por ejemplo) más un termo-acumulador, y los termo-acumuladores de resistencia eléctrica.

- Los sistemas compuestos por
una caldera y un acumulador son de los más utilizados. El agua, una vez calentada, es almacenada en un depósito aislado para que pueda utilizarse en cualquier momento del día.

Entre las ventajas de este sistema destaca que se evita los continuos encendidos y apagados de la caldera, ya que trabaja de forma continua; que permite utilizar el agua caliente de forma simultánea en dos puntos distintos; al ser un sistema centralizado, se necesita menos potencia para suministrar agua caliente al conjunto de usuarios que la suma de las que se emplearían de forma individual; que son fácilmente combinables con los sistemas de
captación solar de ACS, y que permite el acceso a tarifas más económicas de los combustibles.
Los expertos recomiendan este sistema cuando se sabe de antemano que el consumo de agua caliente puede ser continuo. Las desventajas de este tipo de sistema, que además de acumulación es conocido como caldera, es el considerable coste de la energía y que el depósito ocupa un mayor espacio.
Por su parte, los termoacumuladores de resistencia eléctrica son un sistema poco recomendable desde el punto de vista energético y de costes. Cuando la temperatura del agua contenida en el termo baja de una determinada temperatura suele entrar en funcionamiento una resistencia auxiliar. De ahí la importancia de que el termo, además de estar bien aislado, se conecte sólo cuando sea necesario, mediante un reloj programador.
Como alternativa a los dos sistemas más utilizados se encuentran los de tipo mixto, que combinan una determinada acumulación de agua caliente para su uso a lo largo del día, pero que también cuentan con un sistema de producción instantánea.

Estos híbridos entre calentador y caldera tienen un depósito de menor capacidad, y sus precios varían según la potencia y la capacidad de acumulación del depósito. Podemos encontrar
calderas mixtas de gas analógicas atmosféricas que funcionan con gas natural, calentadores eléctricos verticales y calderas mixtas de gas bitérmicas, que funcionan con gas butano o propano.

Vía: Foto Casa

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