sábado, 27 de abril de 2013

Columnas hidromasaje: un spa al alcance de todos

Un elemento que ha pasado a ser un indispensable en el baño son las columnas hidromasaje. Lo que antes era un objeto exclusivo de los baños de lujo, ahora está al alcance de cualquiera. Así, ahora todo el mundo puede disfrutar de los beneficios del wellness en su hogar. Es, sin duda, la democratización del lujo y el relax en el cuarto de baño.

Las columnas hidromasaje nos aseguran momentos de placer y relajación, gracias a su sistema de chorros múltiples, que aplican agua a presión por todo el cuerpo, provocando masajes linfáticos, constantes, punzantes… Podemos elegir aplicarlos por todo el cuerpo o en zonas localizadas, según nuestras necesidades. Sigue leyendo y descubre los beneficios de las columnas hidromasaje, sus particularidades, los tipos y su instalación.
Los beneficios del wellness
Las columnas hidromasaje nos proporcionan los beneficios de la relajación, ayudándonos a liberar los estreses y las tensiones a los que nuestro cuerpo y nuestra mente están sometidos día tras día.

Así, los masajes realizados por el agua a presión que expulsan los jets favorecen la transpiración, la circulación de la sangre, relajan los músculos y las articulaciones, tonifican la piel y ayudan a recuperar la energía, entre otras muchas cosas.

Gracias a que pueden colocarse en prácticamente cualquier ducha o bañera, de forma fácil y sencilla, y a su precio competitivo, adaptable a cualquier presupuesto, las columnas son una buena forma de actualizar el cuarto de baño. Se trata, sin duda, de una excelente alternativa para espacios pequeños práctica y sencilla de instalar.
¿Cómo es una columna hidromasaje?
La transformación de las cabinas hidromasaje en columnas ha ayudado a que todo el mundo pueda optar a un espacio para el bienestar en su cuarto de baño, gracias a la reducción de su tamaño a un simple panel y a su precio muchísimo más competitivo.  Pero, ¿cómo son?


En el mercado existen infinidad de modelos de columnas hidromasaje, sin embargo, la mayoría se caracterizan por disponer de una serie de elementos característicos…

- Rociador y mango: el rociador superior puede ser fijo o regulable en altura, redondo o cuadrado, puede tener un efecto cascada, lluvia… Permite una agradable ducha de cabeza a pies. El mango, no disponible en algunas ocasiones, permite una ducha manual, con la podemos evitar mojarnos el pelo o ciertas partes del cuerpo. Éste también puede ser regulable en altura y puede tener diferentes posiciones para la salida del agua.
- Chorros o jets: expulsan el agua con diferentes clases de presión y volumen de agua para conseguir distintos tipos de masajes (linfáticos, punzantes, constantes… ). Normalmente son orientables, para dirigir el chorro de agua hacia donde queramos, pero también los hay nebulizadores, fijos, de diseño cuadrado, redondo...
- Mando: gracias a él podemos seleccionar y regular cada una de las funciones de la columna. Si queremos utilizar sólo el rociador, o poner en funcionamiento los jets, o las dos cosas a la vez...
- Además, algunas pueden llevar asientos abatibles (en el caso de algunas columnas para ducha), caño para el agua (para llenar la bañera), cromoterapia, estantes, espejos... Todo depende del modelo y de nuestro presupuesto.
Los tipos de columnas
Podemos encontrar multitud y muy variados de modelos de columnas hidromasaje, dependiendo de la forma del plato de ducha, del material en el que están realizadas, los colores y acabados, el número de jets, la forma de los rociadores y los extras que las complementen, entre otras muchas cosas. Sin embargo, entre todos estos modelos podemos hacer varias distinciones:
Según el tipo de grifería

- Columnas hidromasaje monomando: éstas utilizan una
grifería convencional, que regula la temperatura del agua mediante cierre cerámico.
- Columnas hidromasaje termostáticas: regulan la temperatura mediante un mecanismo que abre o cierra el paso de agua caliente en función de la temperatura elegida y la temperatura original del agua, pero que, además, también controlan el volumen de agua.
Según su ubicación

- Columnas hidromasaje para ducha: son las más grandes y las que cuentan con más funciones y jets, ya que disponemos de más espacio para su colocación. Algunas vienen con asiento abatible.
- Columnas hidromasaje para bañera: aquellos que no quieren renunciar a la bañera, tienen la posibilidad de disfrutar del hidromasaje con este tipo de columnas. Son más cortas, por lo que no cubren el cuerpo entero y disponen de menos jets, pero, por otra parte, vienen con caño de llenado de la bañera.
- Columnas hidromasaje “Walk in”: son menos comunes porque son más complicadas de instalar, ya que se encuentran ubicadas en la propia mampara.
Consejos para la instalación
Lo bueno de las columnas hidromasaje es su sencilla instalación, que hace que su precio tampoco resulte elevado. Su colocación, de hecho, consiste en enganchar los soportes y conectar los latiguillos correspondientes al agua caliente y al agua fría.

Éstas se pueden colocar en cualquier espacio, pero, dependiendo del tipo de plato de ducha, irán ubicadas en la pared o en un rincón (en el caso de platos semicirculares).
De todas formas, a la hora de elegir una columna hemos de tener en cuenta, también, la presión

y el caudal necesarios para el correcto funcionamiento de ésta. Lo normal es que vengan preparadas de fábrica para aguantar una presión correcta de 3kg/m2, máxima de 5kg/m2 y mínima de 2kg/m2. Esto significa que, con si funcionase adecuadamente tendría un caudal de entre 10 y 15litros/min.

Para asegurarnos de que nuestra columna tendrá un rendimiento deseado debemos utilizar un manómetro para saber la presión del agua.  Además, podemos llenar un recipiente con el grifo abierto al máximo (mientras tenemos otro grifo de la casa abierto) y mirar cuántos litros caben en él en un minuto.
Vía: Foto Casa

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