jueves, 29 de marzo de 2012

Consejos para pintar con temple

El temple es un tipo de pintura compuesta por varios pigmentos terrosos, cola y carbonato de calcio. Se puede conseguir en polvo y mezclarse con agua o bien en forma de pasta como todas las demás, aunque también tendrás que mezclarla con agua para diluirla.

Puede encontrarla en cualquier tienda de pinturas y la verdad es que su precio es muy asequible, costando unos 4€ el saco de 15 kilos, aunque el precio varía en cada tienda pero lo cierto es que no será mucho más caro. El temple se divide en 3 tipos: el temple liso (pinta las paredes como cualquier otra pintura), el temple gota (más conocido como gotelé) y el temple picado (es el que se utiliza para hacer picados).


El temple es una pintura que está indicada únicamente para interiores y solo en paredes que sean de yeso, cemento o cualquier otro mortero. Se puede aplicar directamente sobre la superficie para que ésta siga siendo transpirable, algo que la hace perfecta para pintar los techos de estancias como la cocina o el baño para que transpiren mucho mejor. No se puede pintar con temple una pared que ya está con pintura plástica ya que no se agarraría y quedaría fea.


Para pintar con temple tiene que hacer lo mismo que con la pintura plástica normal, únicamente diluirlo con agua hasta que quede líquido y luego comenzar a pintar. En un principio parecerá mojada como si fuera agua, pero cuando se empiece a secar se volverá de color blanco. Lo recomendable es que se le den dos manos para conseguir un acabado perfecto, dejando entre ellas un mínimo de 4 horas y la estancia bien ventilada.

Vía: Decorablog

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