miércoles, 22 de febrero de 2012

Dormitorios juveniles para ellos

La adolescencia es una etapa de cambio y transición, donde surgen nuevas inquietudes y se siente la necesidad de dejar atrás la infancia para dar paso a nuevos retos, desarrollar un estilo propio y definir los rasgos característicos y personales de cada uno. Por lo tanto, son edades durante las cuales sentirse cómodo consigo mismo y con el entorno que le rodea será fundamental, y es por ello, que una zona que cobra gran importancia es el dormitorio, lugar donde pase gran parte del tiempo y con el que se sienta identificado.


Deben ser espacios llenos de vitalidad y armonía, ya que aunque se encuentran inmersos en un proceso de crecimiento y empiezan a dejar de lado los tonos más suaves y pastel que generalmente representan la niñez, no se debe renunciar a una estética colorista, sin excesos, pero con toques de color que llenen los ambientes de frescura y un cierto aire desenfadado. En esta transformación ellos deben tomar partido y sentir que su opinión cuenta.

Las tonalidades de las paredes es aconsejable que se elijan en colores claros, como son los blancos y beige, ya que contribuyen a mejorar la concentración y la tranquilidad, factores importantes a tener en cuenta ya que será una zona de estudio y descanso, al mismo tiempo. Además los colores neutros permiten introducir pinceladas en colores más alegres e intensos, tanto en complementos textiles, elementos decorativos o mobiliario. Si por el contrario, ellos prefieren utilizar tonos fuertes porque se sienten más identificados con los mismos, deberemos dejarlo a su elección, puesto que ellos son los que pasarán largas jornadas en su interior. En estos casos, es aconsejable que en el resto de complementos se utilicen colores de menor intensidad y vivacidad, para conseguir una atmósfera cromática equilibrada.

Para completar y finalizar la decoración de las mismas se pueden colocar vinilos, pegatinas, cuadros o elementos decorativos relacionados con algún tema que le despierte curiosidad o actividad que le guste realizar. Gracias a estos pequeños detalles, ellos pueden plasmar, aún más si cabe, su propio estilo.

Dependiendo del espacio de que dispongamos nos plantearemos la colocación de ciertos muebles. Los básicos como son la cama, el armario y una mesa de estudio no pueden faltar, son imprescindibles para crear un cuarto donde él tenga intimidad y su propio espacio para estudiar, algo muy importante a la hora de adquirir un buen hábito de estudio. En dormitorios de espacio reducido con estos muebles será más que suficiente, pero en el caso de contar con una habitación de medidas generosas nos plantearemos disponer de otro tipo de muebles auxiliares y complementarios que nos faciliten tareas de orden y distribución. Muchas veces no debemos dar tanta importancia a los metros, sino al buen aprovechamiento de los mismos.

La zona de escritorio debe contar con una mesa de medidas apropiadas, con capacidad para realizar las tareas cómodamente, al mismo tiempo que nos permita tener todo guardado de forma organizada y a mano. La silla es más cómoda si es regulable, además de poderla aprovechar durante más tiempo, ya que según vayan creciendo la podrán adaptar a su estatura y posición. Si la habitación es compartida, podemos aprovechar el espacio colocando una mesa de mayor tamaño de forma que tenga capacidad para trabajar más de una persona, y en caso de que este factor no suponga un problema, se pueden situar con dos mesas independientes, disponiendo cada uno de una de ellas.

En estos casos, donde dos chicos duermen en una misma habitación, en función de la capacidad con que contemos veremos la distribución más apropiada de las camas, si bien se colocan ambas al mismo nivel, una cama nido o literas. Esta última también puede ser un acierto en dormitorios individuales pequeños, integrando en la parte baja de la misma la zona de estudio y algún mueble adicional.

En cuanto al orden, debemos saber que es un factor fundamental y del cual ellos deben sentirse responsables. Por lo que contar con complementos como cajas o cestas que faciliten trabajos de almacenaje y una distribución óptima de las mismas será fundamental. Podemos encontrar diseños atractivos que nos permitan guardar todo adecuadamente al mismo tiempo que ponen un toque decorativo al cuarto, permitiendo su colocación a la vista, sin necesidad de buscar un sitio donde ocultarlos, algo que a veces resulta complicado.

A la hora de elegir el mobiliario debemos tener en cuenta una serie de factores que son la dimensión de la zona, la función que deben satisfacer los mismos, su diseño y los acabados más apropiados según el ambiente y estilo que se desee lograr. Los muebles necesitamos que sean funcionales, que nos permitan una cómoda utilización y organización en sus interiores, y de medidas apropiadas con el fin de evitar recargar los espacios y no podernos mover en ellos desahogadamente. Los diseños más aptos son de líneas rectas, sencillas, perfectos para crear ambientes frescos y modernos propios de esas edades, y el material más utilizado normalmente es la madera, fuente de calidez y confort, de fácil mantenimiento y conservación, y cuyas posibilidades en cuanto a acabados se refiere son de lo más variadas.

Los textiles para la ropa de cama y cortinas son grandes protagonistas de la decoración, ya que por lo general suelen atraer la atención por su posición y el espacio que visten, así que es un punto fuerte que no deberemos descuidar. A través de ellos, se pueden reflejar determinadas temáticas o sensaciones cromáticas, siendo clave para lograr ambientes concretos. El cabecero es un complemento prescindible, dependiendo del gusto y la costumbre que se tenga, pero creo que es recomendable su uso, ya que además de tener una función decorativa, protege del roce con la pared. Podemos encontrar diseños variopintos, desde los más tradicionales de madera a otros realizados con materiales de impresión más sencilla y vanguardista.

En espacios amplios puede ser posible la colocación de un puf o sillón, improvisando una agradable zona de lectura y de relajación, permitiéndole una mayor independencia y comodidad en su zona de la casa. Contar con aparatos eléctricos como televisión o videoconsolas dependerá del criterio de los padres, pero como bien saben no soy partidaria de su uso en dormitorios, interfieren en la relación familiar y pueden despistar de otras tareas más importantes a realizar en esta estancia.

Como toque final, decirles que añadir alfombras, cuadros, lámparas y demás complementos potenciará la sensación de confort y supondrán un fiel reflejo de los gustos y la personalidad de vuestros hijos.


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