Tipos de chimeneas

Entre los diferentes complementos decorativos que nos pueden ayudar a incrementar la sensación de calor y confort en nuestro hogar, existe uno que es el elemento estrella durante los fríos días de invierno: La chimenea. Las podemos encontrar de diferentes tipos y materiales, ya que se han desarrollado infinidad de diseños, ofreciendo una amplia gama de posibilidades y permitiéndonos seleccionar la que mejor se adapte a las condiciones de nuestra casa y necesidades.

Para decidir cual es la que más nos interesa, previamente debemos conocer correctamente cada una de ellas. La principal diferencia es el combustible que se utiliza para mantener el fuego. De este modo podemos elegir entre:

Chimeneas de leña:

Se trata del estilo más tradicional y son las que proporcionan mayor calor. Destacan como ventajas que son ecológicas, no contaminan y respetan el medio ambiente. Sin embargo entre sus inconvenientes, encontramos su compleja y costosa instalación, debido a que la salida de humo debe realizarse por el tejado, generan mucha suciedad que suelen adherirse a los paramentos de la estancia donde esté ubicada, y requiere una correcta limpieza después de cada uso para eliminar los restos de brasas y cenizas.

Dentro de este grupo podemos distinguir las de fuego cerrado y las de fuego abierto. En las primeras, el hogar, que es donde tienen lugar la combustión, está separado de la estancia, generalmente por cristal para proteger y no perder la llama del fuego como elemento decorativo, algo que no ocurre en el segundo tipo , con el que conseguiremos un aspecto más rústico y tradicional, pero tendremos más problemas con la suciedad en las paredes.

Chimeneas eléctricas 

Lo que debemos destacar dentro de esta categoría es su sencilla instalación, ya que no necesita disponer de salida de humos, ni un mantenimiento especial. Podemos distinguir dos funciones, una meramente decorativa, por su diseño moderno e innovador donde la llama es simulada mediante un haz de luz intermitente, y otra función practica por su producción de calor regulable, ya que solo requiere corriente eléctrica que puede ser tomada de cualquier enchufe de la vivienda.

Chimeneas de bioetanol:

Son las más límpias y seguras, mediante la combustión de Bioetanol (un alcohol biodegradable) crean una llama decorativa que, al no producir residuos, no necesita una salida de gases. Aunque sus principales puntos a favor son el diseño y la movilidad, pierde en funcionalidad, puesto que produce muy poco calor. La adquisición del combustible se realiza en establecimientos muy concretos, generalmente en las tiendas donde suministran estas chimeneas. Podemos encontrar multitud de diseños.

Chimeneas de gas:

Se trata de una instalación sencilla, aunque debe ser llevada a cabo por un profesional cualificado, donde el suministro puede llegar directamente de la red, o bien en bombonas que podemos adquirir en tiendas especializadas. Al igual que las de leña necesitan una salida al exterior, pero en este paso no tienen porque ser al tejado, pudiendo realizarse a través de la fachada. El mantenimiento es mínimo, limitándose a cambiar la bombona cuando sea necesario. En algunos modelos, tanto la llama como el calor, son regulables y permite adaptarlo a nuestra necesidad. Al no crear residuos, junto a la llama se pueden colocar elementos decorativos como piedras o imitaciones de madera en otros materiales más resistentes que nunca se deterioran ni consumen.

Vía: El rincón de Sonia